Turboalimentado

Un motor turboalimentado es aquel que posee uno o más turbocompresores. El turbocompresor, como su propio nombre indica, comprime el aire para que la densidad del aire que contiene el cilindro sea mayor y por tanto poder producir más potencia. Su uso está muy destacado en los motores términos alternativos como los motores diésel. Los gases de escape producen el movimiento de una turbina y ésta comprime el aire que será introducido en el cilindro.

Con la misma cilindrada que un motor atmosférico puede producir mucha más potencia máxima. En los motores de gasolina el aire en exceso que entra al cilindro se traduce en un mayor consumo, sin embargo en los diésel al entrar la mezcla sin necesidad de una mariposa no se consume mucho más combustible, por ello se saca más provecho de estos motores: los turbodiésel.

Las elevadas temperaturas que alcanza el aire al ser comprimido y la pérdida de densida causada requiere de un sistema de enfriamiento adicional para recuperar los niveles de potencia originales. También es igual de problemático para las piezas del motor estar sobreexpuesto a elevadas temperaturas. El calor puede hacer que piezas pierdan su rigidez o sus caracterísiticas originales, lo que podría llevarnos a costosas reparaciones si el motor no es enfriado por un sistema adyacente al turbocompresor. Ese sistema se denomina Intercooler, y enfría el aire para recuperar los regímenes de temperatura ideales. Hay Intercoolers que se bastan de gases más fríos que el aire comprimido o bien de un líquido como el agua a temperatura baja.

Una de las desventajas en rendimiento de los motores turboalimentados es la demora de respuesta o "Turbo Lag". A bajas revoluciones el turbo no da ningún extra de potencia, pero si se equipa un turbo que otorgue esta potencia a bajas revoluciones en las altas se va a quedar muy corto de potencia. No obstante los fabricantes ya han ideado multiples soluciones a este problema.

Buscar en el sitio

© 2011 Todos los derechos reservados.